La zona gris de la historia

Religión a la Carta

Fe, poder y menú del día

La religión como puro acto de fe… y nada más

Desde pequeños se nos ha enseñado que la religión es un asunto sagrado, personal, y exclusivamente espiritual. Nos contaron que las creencias se basan en la fe, que las instituciones religiosas buscan el bien común, y que todo lo demás es una cuestión de interpretación. Pero, ¿y si esas historias edulcoradas fueran más una estrategia de marketing que un reflejo de la realidad? ¿Qué pasa si esa fe «espontánea» fue moldeada por siglos de manipulación institucional? ¿Y si muchas de esas cruzadas, inquisiciones, conversiones masivas o símbolos universales no fueron más que brillantes jugadas de poder, disfrazadas de mandato divino? Porque, ¿realmente crees que el calendario litúrgico, las festividades, o incluso la moral dominante no han sido utilizados como herramientas políticas? ¿O que los dogmas no han sido reescritos como guiones de campaña? Si cuando alguien se atreve a cuestionarlo, se le tacha de hereje, es probablemente porque está peligrosamente cerca de algo incómodamente cierto. Lo que se nos vendió como fe, quizás fue menú del día. Uno que otros se encargaron de cocinar… y tú te lo comiste con patatas sagradas.

¡Atrévete a masticar lo que de verdad tragaste!
Caricatura simbólica de Stalin y un sacerdote ortodoxo ruso dándose la mano en un ambiente de guerra y religión entrelazadas.

Stalin y la Iglesia Ortodoxa

Caricatura simbólica de un líder religioso y un dictador militar dándose la mano a escondidas tras una cortina.

Vaticano y la Italia fascista

Caricatura de un cura y un científico del siglo XVIII dándose la mano en secreto mientras debaten frente al público.

Iglesia y ciencia durante la Ilustración